Según María Rosa García: "Es necesaria la elaboración de estrategias para fomentar la educación para el consumo responsable y la alimentación saludable sin sumar más prohibiciones que pongan en peligro la viabilidad de las cantinas en los centros educativos".
La educación para la adquisición de hábitos de vida saludables debe de ser una cuestión fundamental y prioritaria en nuestros centros educativos, ya que nuestra forma de alimentarnos es un factor determinante que repercute en nuestra salud.
Queda fuera de toda duda que, según cómo sea nuestra alimentación, podemos contribuir a la prevención de ciertas enfermedades o aumentar el riesgo de padecerlas, por lo que se hace necesario que se trabaje para conseguir que desde la infancia y la adolescencia se asienten y se consoliden los hábitos adecuados. Por ello, es necesario trabajar en el ámbito pedagógico para asentarconocimiento, concienciación y motivación, con vistas a largo plazo.
Los socialistas insisten en que el fomento de una alimentación saludable debe hacerse desde la educación y no desde la prohibición e insisten en que, para buscar responsables sobre el alto índice de obesidad de los murcianos, no es necesario señalar a las 160 familias que trabajan en las cantinas de nuestros centros educativos públicos. Por el contrario, estos profesionales se merecen el debido reconocimiento y el apoyo necesarios para hacer frente a la subida de precios y a los inconvenientes que han tenido que sortear durante estos últimos años.
Como hemos apuntado, por más que desde el Gobierno regional se empeñen, los cantineros no son los responsables de que Murcia sea la autonomía con mayor índice de obesidad de toda España y, si lo que buscan son motivos para privatizar el servicio de cantina, es evidente que los argumentos que utilizan se caen por su propio peso.
Lo que está claro es que el Gobierno regional se está cebando con los servicios de cantina de los centros públicos, poniendo continuos impedimentos que obedecen a una clara estrategia de privatización a medio plazo. Por este motivo, los cantineros murcianos se han plantado contra el Gobierno de López Miras y han manifestado su intención de organizar una huelga si no se tienen en cuenta sus reivindicaciones.
A través de la Asociación de Gestores de Cantinas de la Región de Murcia, los afectados lamentan la "terrible frustración" que sufren "por no poder consensuar un régimen de funcionamiento saludable y viable "para las cantinas de los centros de educación pública en la Comunidad. Ginés García, presidente de la asociación, aseguraba en declaraciones a la prensa regional que los únicos productos que pueden vender son "algunos bocadillos, agua y refrescos con cero calorías" como para estar valorando más restricciones, y además temen que temen que pronto se va a aprobar una nueva normativa más restrictiva.
Siete de cada diez cantinas de instituto se encuentran en una situación límite por la subida de precios generalizada y las restricciones impuestas. A este respecto, los cantineros lamentan el acoso que están sufriendo por parte de la Consejería, que está provocando que estos negocios ya no sean rentables, poniendo contra las cuerdas a las familias que se dedican a prestar estos servicios.
La portavoz socialista manifiesta que "Las soluciones más efectivas parten de una adecuada educación para el consumo responsable y no se deben sustentar en la simple prohibición de la venta de productos alimenticios que nuestros jóvenes pueden adquirir en cualquier establecimiento, cafetería o supermercado. En cualquier caso, es completamente necesario que se llegue a una solución sensata para dar respuesta a los problemas que nos han trasladado y que han quedado convenientemente reflejados en nuestra moción".