El edificio situado en la esquina Avda. Región Murciana con Calle Pintor José Pérez lleva dos años apuntalado, los inquilinos del inmueble y los bloques colindantes desalojados, la calle José Pérez cortada al tráfico y el Ayuntamiento sin dar una solución a los afectados.
Los inquilinos de los inmuebles fueron desalojados el mes de Agosto del año 2013, junto a ellos varios negocios tuvieron que cerrar o trasladarse de inmediato, vieron como sus vidas cambiaban de la noche a la mañana, teniendo que abandonar sus viviendas y negocios sin saber cuándo podían volver a su vida cotidiana. Tras dos años esperando una solución por parte del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, los vecinos ven como la historia se repite, una nueva fuga de agua pone de manifiesto que los problemas en la zona aún no se han solucionado.
El pasado lunes, a escasos cinco metros de donde ocurrió en 2013, el agua volvía a brotar del suelo. En esta ocasión la fuga se originaba en la red principal de abastecimiento, problemas que se vienen repitiendo en la zona desde que se realizaron las obras previas al "Soterramiento del Tráfico".
El Ayuntamiento se niega a asumir su responsabilidad, pero los vecinos de la zona tienen muy claro cuál es el detonante de todos estos problemas. Años atrás, el Ayuntamiento realizó obras de traslado de servicios y desvío de las aguas del barranco, todo ello con la finalidad de despejar la zona para acometer el famoso proyecto de soterramiento del tráfico. Ahora se pone de manifiesto que las obras no se hicieron con las debidas garantías, siendo el Ayuntamiento y promotor responsable de no reclamar a la constructora una adecuada terminación de las mismas.
El terreno de la zona ha quedado inestable, tras las los movimientos de tierra realizados sin las debidas garantías, esto ha supuesto entrar en un círculo vicioso, al ceder el terreno se producen roturas en las redes de abastecimiento y saneamiento, las fugas convierten el terreno más inestable, y mientras el Ayuntamiento y responsable mira impasible.
Aunque no siempre ha sido así, meses atrás el edificio del lado opuesto de la calle también comenzó a ceder, apareciendo grietas entre este y los colindantes, viéndose en esta ocasión una intervención inmediata del Ayuntamiento. En cuestión de pocos días se procedió a la inyección de cemento liquido en el terreno, lo que paralizó su movimiento, todo ello sin ordenar desalojos, ni apuntalamientos, ni cortes de calles. Esta doble vara de medir por parte del consistorio ha irritado aún más a los vecinos afectados, que ven como a unos se les da solución a sus problemas y a otros no, más indignante aun si cabe al comprobar que el origen del problema es común en ambos casos.
Desde el Grupo Municipal van a seguir instando al Ayuntamiento a una solución real e inmediata para la zona, resolviendo el problema de los inquilinos afectados, así como, la reapertura de la calle Pintor José Pérez que tanto está perjudicando a los comerciantes de la zona.