El Ayuntamiento de Puerto Lumbreras acaba de solicitar una ayuda a la Consejería de Turismo y Cultura para la restauración y refuerzo de estructuras murallas del Castillo de Nogalte. Con un presupuesto total de 81.117,54 euros, la subvención solicitada asciende a 55.000 euros. Un dinero que sería invertido a lo largo de cinco meses en labores que pretender realizarse en diversos puntos de la fortificación, centrándose principalmente en las murallas, que son prácticamente el total de los elementos originales visibles en la actualidad. El proyecto también tiene previsto realizar trabajos de restauración en la puerta triacodada, así como en el área donde se han centrado durante 2017 y 2018 las excavaciones arqueológicas realizadas para documentar y recuperar, "con resultados muy positivos", el paño de muralla, según han declarado técnicos competentes desde la redacción del proyecto.
De este modo, las principales actividades a desarrollar en este proyecto se centrarían "en la reintegración volumétrica de la muralla en el extremo oriental del Castillo mediante la recuperación de lienzo aplicando técnicas constructivas originales", puntualiza la concejal de Cultura, María Victoria Jerez, "así como intervenciones en la zona de la puerta triacodada para frenar su deterioro, recuperar voluméticamente lo perdido y aplicar soluciones que eviten la reproducción de tal degradación". A ello hay que sumar actuaciones en las juntas entre muros originales y contemporáneos para atender la situación de pérdida de masa original por disgregaciones ocasionadas por agentes meteorológicos, así como grietas y algunos desprendimientos.
Desde la dirección facultativa del proyecto, el arqueólogo Juan Gallardo Carrillo ha resaltado como uno de los principales criterios a seguir para una intervención que permita frenar el acelerado proceso de deterioro que sufre la mayor parte de la fortificación, una mínima intervención: "La intervención más respetuosa con el yacimiento arqueológico se aproxima a la teoría de Ruskin defendiendo la no intervención y el mantenimiento de la ruina como la forma más pura de dejar patente el paso del tiempo sobre el edificio en cuestión". Ha ello ha añadido que "la intervención propuesta permitirá restituir los valores de identidad propios de la obra" ya que, según añade, debido al deterioro actual de los restos de la muralla (en alguna zona con una altura inferior a 10 cm) dificulta su interpretación, "por lo que resulta de vital importancia para el equipo de trabajo ayudar a fomentar la identidad y el valor del monumento con la reintegración volumétrica y devolver así al visitante la legibilidad del trazado original de la fortificación y su escala monumental".
Otros criterios estipulados desde este equipo interdisciplinar formado por un amplio elenco de profesionales de distintas disciplinas son la recuperación de los volúmenes como una actuación eminentemente reversible cuyo fin es la protección y facilitación de la lectura del monumento, así como atención a la materialidad, distinguiendo entre aquello que perteneció al edificio antiguo y lo que no con el objetivo de no caer en el falso histórico.