La poeta lumbrerense Purificación Gázquez Rodríguez participa en un recital de poesía coincidiendo con las fiestas de la Purísima en El Esparragal

La iniciativa, que congregó a cerca de un centenar de ciudadanos, se enmarca dentro del programa festivo de La Estación- Esparragal

La pedanía de La Estación- Esparragal de Puerto Lumbreras ha acogido un recital de poesía de la poeta lumbrerense Purificación Gázquez Rodríguez. La jornada, a la que acudieron cerca de un centenar de ciudadanos del municipio, contó con un recital de poesía de la mano de la poeta Purificación Gázquez Rodríguez, quien comenzó a escribir como una de sus aficiones.

Así, el Recital contó con la presencia de familiares y vecinos de la pedanía de La Estación- Esparragal, donde nació Purificación Gázquez Rodríguez, que recitó más de una decena de sus poesías más destacadas bajo el título del recital "llegó con tres heridas…"

Por último, cabe destacar que este recital de poesía se enmarca dentro del programa de actividades desarrollado por la concejalía de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras coincidiendo con las Fiestas de la Purísima.

Purificación Gázquez

Purificación Gázquez Rodríguez nace en el Esparragal de Puerto Lumbreras en 1970, en el seno de una familia humilde. Licenciada en derecho por la Facultad de Murcia, había realizado sus estudios de bachiller en el Instituto Ibáñez Martín de Lorca. Fue allí donde sus profesores José Quiñonero y Pedro Felipe Sánchez Granados le hacen amar la literatura.

Allí gana sendos años consecutivos el segundo premio literario Santo Tomás por los relatos "Soledad" y "El paraíso de Mateo Guillén". Si bien no es hasta los años 90 cuando se interesa por la poesía y se lanza a escribir versos de forma casi autodidacta. Es entonces cuando consigue el primer premio del IV certamen de Poesía "La Bohême". Murcia. 1999 por su poema: El perro. En esa edición se habían inscrito 115 autores con un total de 380 poemas.

Mas tarde entrará en contacto con el grupo poético Espartaria en Lorca, y, de ellos, aprende nuevas formas poéticas a la vez que entabla entrañable amistad con el poeta y escritor Juan Ramon Barát. Este le corregirá alguno de sus textos y le proporciona material con el cual continuar con su gran pasión.

Aparecen algunos relatos suyos en la sección CULTURAL Espartaria del periódico El faro como "El chanchito" y "La soledad". Se confiesa enamorada de Miguel Hernández y se emociona cada vez que lee "El niño yuntero". Aunque reconoce que el impacto que le produjo la lectura de Federico García Lorca tal vez es el responsable de su afición a la poesía

Aunque ya mucho antes su afición por la escritura se advertía en la redacción de sus trabajos de la escuela.

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